Pues lo bueno de vivir en un pueblo, por lo menos en estos tiempos tan chungos de coronavirus, virus o COVID19, es que, obviando las desventajas que tiene respecto a todo lo demás (que no son pocas)… Aquí se puede salir e ir a los bares, por ejemplo (siempre respetando las normas) y con el aforo a la mitad si no me equivoco.

Esto anterior solo es respecto al ocio con amigos. En solitario, por ejemplo lo que se puede hacer y que yo mismo hago, es salir por el monte con la moto a dar una vuelta y airearme un poco.

También hay muchos días que al no tener nada que hacer o ningún quehacer, me voy a pasear yo solo a pie y me puedo pegar tres horas o más por ahí andando, ya que de vez en cuando hay que mover el cuerpo…

Y eso es cuando, por ejemplo, no cojo el coche para moverme por la provincia o comunidad autónoma, ya que para mí por lo menos, uno de los peores golpes del confinamiento perimetral que se ha establecido es el hecho de no poder salir de la comunidad autónoma (CLM en mi caso), por lo que no puedo ir ni a la provincia de Teruel que la tengo a 30 Km del pueblo, ni a Zaragoza que tenía que hacer varias gestiones, ni a Valencia, lugar al que quería ir varias veces este año ya que tenía previsto muchos viajes por la Comunidad Valenciana.

Por cierto, también entiendo mejor ahora el porqué este verano, que también estaba plagado por la pandemia (aunque menos), todos los “forasteros” venían al pueblo, al río y a pasar unos días, semanas o meses por esta zona, en la cual, muchos de ellos no habían estado jamás.

Así que, con todo esto ya sabéis por lo menos cómo pienso o por qué lo hago así sobre lo bueno de vivir en un pueblo.

Por cierto, esta es la entrada #1.470 que publico desde que reabrí la web. Algo que a nadie importa pero que a mí me sirve para mejorar el SEO de esta misma entrada ya que de esta forma he añadido dos link internos.

Sin más que añadir, feliz martes, feliz semana y felises los cu4tro.

¡Besos/abrazos, majísimos!