Creía que ya había escrito sobre esto pero aunque sí lo he hecho de cosas parecidas, no ha sido de la pogonofilia en concreto, un tema que por cierto salió en mi último viaje, el de Alquézar.

Por lo visto es lo contrario a la pogonofobia, ya que este término hace referencia al miedo por las barbas (como se puede ver en la propia palabra, *fobia).

Pogonofilia, personalmente…

Bueno, en cuanto a lo personal he de decir que particularmente, la verdad es que me gusta este “rollo” de llevar barba de unos días.

De hecho, aunque no me la cuide tanto como los amantes de las barbas, desde uno de mis viajes a Cuenca en marzo de este 2019, me decidí a probar esto que sinceramente parece una moda más que todo el mundo está siguiendo.

Sobre todo cuando en Zaragoza en octubre de 2016, el día de antes de cumplir los 26 años, en un bar me echaron 16 y me pidieron el DNI al pedir una cerveza (aunque creo que la camarera me estaba vacilando, ya que a pesar de tener cara de niño supongo que con 26 años no aparentaba 10 menos).

En realidad creo que ya he comentado todo lo que quería. Por lo menos, con esta entrada ya sabes una cosa más si no la sabías antes de entrar. Pues aunque esto sea un sitio web personal cuyo autor que soy yo use para contar sus vainas y movidas, también me gusta enseñar lo que pueda a la gente que me lee.

Ahora, seas del sexo que seas… ¿te consideras una persona pogonofílica? Si fuese un canal de Youtube o un “influencer” te diría que lo dejases en los comentarios, pero como no soy ninguna de ambas cosas, hazlo si quieres (si hay que contestar, yo sí lo hago).

¡Besos, abrazos, feliz lunes y sobre todo feliz semana! ? ?