Como he comentado ya alguna vez, desde 2008 me enamoré de Teruel, en 2011 lo hice con Sevilla y ahora me está pasando lo mismo con la capital aragonesa (aunque a pesar de haber estado dos años en Madrid -2013 y 2014-, la capital no me ha causado ningún “amor”).

A lo que voy, escribo esto porque me apetece compartir con el mundo lo que me está pareciendo ahora mismo la ciudad en la cual estoy. El caso es que desde que ha empezado el buen tiempo hace unos días, vuelvo de clase a casa por un camino que no había hecho nunca hasta hace poco y entre unas cosas y otras me resulta casi idéntico a cuando estuve viviendo en Sevilla e iba todos los días a trabajar.

También me llama la atención esta zona por la que paso y que podéis ver en las dos fotos ya que por su “estructura” o su forma de ser parece un pequeño pueblo dentro de una ciudad, o mejor aún, parece un pueblo de videojuego. A mí me recuerda en concreto a algún escenario del videojuego Runaway, que no sé por qué me gustó mucho en su tiempo.

Lo dicho, un abrazo y hasta pronto que yo me voy este fin de semana de viaje… (por fin un poco de relax). ¡Nos vemos!