Eso nos tememos ya no solo los molineses, sino todo el mundo literal o casi literalmente. Y es que la vaina de la COVID-19 nos ha tocado a todo el mundo. Habrá que rezar para que en 2022 sí que haya ferias, de lo contrario mucha gente estallará de locura. ¡Veremos!
2021, otro año sin ferias
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