No existe nadie que se llame así (o por lo menos que yo conozca), pero esta mañana yendo a clase me he puesto a pensar como siempre en temas y cosas de la lingüística y me he dado cuenta de que sería muy curioso un nombre con apellidos tal cual, ya que ambas cosas existen. De hecho aunque conozco a varias, tengo una amiga que se llama Laia (aunque lógicamente no se apellida así) y un compañero de clase se apellida Laya.
Y es que buscando por Google, uno encuentra nombres que a pesar de que parecen surrealistas existen de verdad, y yo (como todo el mundo, supongo…) me pregunto o nos preguntamos cómo hay familias que pueden “hundir” la vida de sus hijos poniéndoles nombres que juntandolo con el apellido o los apellidos le pueden hacer una vida imposible al pobre chaval, o por lo menos la infancia.