Me gustan las aeronaves y todo lo que eso conlleva. Por eso mismo hoy voy a dejar esto sobre dicho vuelo que he sacado de Quora sobre el Vuelo Air France 447.
TL; DR: Un componente del avión presentaba un problema de diseño tan conocido que había sido normalizado. Sin embargo, ese noche, cuando le sucedió al AF447 en condiciones de visibilidad nula a gran altitud, indujo un error de pilotaje simple que no fue reconocido como tal por los pilotos; creían hacer lo correcto. Unido a un entrenamiento inadecuado, esto rápidamente evolucionó a una pérdida completa de consciencia situacional. A partir de ahí, cometieron una serie de equivocaciones gravísimas porque creían que estaban ocurriendo cosas distintas a las reales, en un estado creciente de estrés psicológico que terminó de confundirlos por completo, hasta estrellarse en el mar con el avión funcionando perfectamente.
Las penúltimas palabras registradas en la CVR, del copiloto Pierre Cédric-Bonin, casi explican por sí solas el siniestro:
02:14:23,7 – (!) On va taper. C’est pas vrai. Mais qu’est-ce qui se passe?
(¡Nos vamos a estrellar! Esto no [puede ser] verdad. ¡¿Pero qué está pasando?!)
No entendían nada. Jamás entendieron nada de lo que sucedía. No sabían qué era la verdad. El problema técnico inicial, la confusión y los nervios los habían metido inadvertidamente en su propia “burbuja de realidad alternativa”. A partir de ahí era imposible salvarse porque todos sus actos respondían a esta “realidad alternativa” en vez de a la “realidad real.”
Vuelo Air France 447: Esto es lo que pasó
Y si lo quieres con asombroso detalle, aquí se lo trabajaron a la perfección, con todos los documentos de la investigación, la búsqueda de los restos y demás:
De este último artículo, te extraigo las conclusiones a las que llega el autor, basadas directamente en los resultados de la investigación del accidente:
- El diseño e implementación del sistema de tubos Pitot/ADR/ADIRU en los Airbus A330 utilizados por Air France era problemático, un hecho conocido y normalizado. Tanto es así, que el centro de operaciones de Air France en París ignoró los mensajes ACARS transmitidos automáticamente por las computadoras del AF447 desde el Atlántico porque sucedía a menudo sin mayores consecuencias. Esta normalización de una anomalía evidente fue decisiva para iniciar la secuencia de acontecimientos que condujeron al desastre.
- El avión se encontraba fuera del alcance de los radares terrestres y en la práctica sin servicio de control de tráfico aéreo, o con el mismo reducido a un mínimo, pero esto era el procedimiento estándar en ese tramo de su ruta. No tuvo ningún efecto sobre los acontecimientos.
- La noche y el estado de la meteorología degradaban severamente o impedían la orientación natural de los pilotos (con sus ojos, vamos). Operaban por completo bajo condiciones de vuelo instrumental («a ciegas») y por tanto dependían totalmente de la fiabilidad de los instrumentos del avión.
- Pese a ello, las condiciones no eran peligrosas y de hecho había otros vuelos circulando con normalidad por la misma ruta u otras próximas. El Air France 447 operaba de manera estándar sin violar ninguna norma de seguridad aérea, orientado instrumentalmente, por su ruta, altitud y velocidad previstas. Ni la aeronave, ni la tripulación ni sus procedimientos presentaban ningún problema específico.
- Súbitamente, al engelarse los tubos Pitot, se produjeron diversos acontecimientos simultáneos (desconexión del piloto automático, reconfiguración del control de vuelo a ley alterna con la consecuente pérdida de protecciones y limitaciones, indicaciones anómalas en los instrumentos…) que tomaron completamente por sorpresa a los pilotos, mentalizados en ese momento para un largo vuelo de crucero a gran altitud.
- El avión no sufrió ningún otro problema técnico. Todos sus demás sistemas siguieron operando perfectamente hasta el momento del impacto final. Sus computadoras comenzaron a transmitir automáticamente mensajes ACARS notificando las anomalías al centro de operaciones de Air France en París y siguieron haciéndolo hasta los momentos anteriores a la colisión.
- La tripulación técnica (los pilotos) no estaba bien formada para el vuelo manual a gran altitud en este tipo de circunstancias anómalas, sobre todo bajo el efecto de la sorpresa. El entrenamiento al respecto era inadecuado, insuficiente y no cubría numerosas posibilidades realistas.
- La instrumentación de cabina no incluía ningún indicador claro que permitiera a las computadoras comunicar a los pilotos la pérdida de sincronía entre los datos procedentes de los tubos Pitot, lo que habría clarificado bastante la situación.
- Debido a la sorpresa y al entrenamiento inadecuado, la pobre reacción inicial del piloto al mando llevó al avión a una actitud anómala incompatible con la seguridad del vuelo a gran altitud.
- La veloz sucesión de estos hechos indujo a los pilotos un intenso estado psicológico de confusión y ofuscación con fuerte carga emocional. El rápido regreso del comandante a la cabina desde el área de descanso, aunque sin duda inspirado por un recto sentido de la responsabilidad, no tuvo ninguna utilidad práctica y sólo sirvió para aumentar aún más la confusión, en la que él también cayó.
- Este estado de ofuscación degradó rápidamente sus capacidades cognitivas y la coordinación entre ellos, llegando al extremo de no reconocer o reaccionar a algunas indicaciones obvias y tomar acciones contradictorias, mientras creían seguir actuando racional y coordinadamente.
- Debido a todo esto, cuando el avión entró en pérdida aerodinámica («comenzó a caerse») por causa de su actitud de vuelo anómala, los pilotos no creían que estuviese sucediendo realmente pese al disparo de la alarma sonora de entrada en pérdida y las características sacudidas (bataneo) que la acompañan, pero que también pueden darse en otras condiciones como el exceso de velocidad.
- Durante los cuatro minutos y veinticinco segundos que transcurrieron desde la desconexión inicial del piloto automático hasta el impacto final contra el mar, el estado de confusión y ofuscación de los pilotos no hizo sino incrementarse con el nerviosismo. Ninguno de ellos mostró indicios de comprender la situación real del avión o la severa degradación de su propio estado cognitivo. Todos creían estar haciendo lo correcto en un estado psicológico tenso pero bien ajustado y normal. Aparentemente en ningún momento se sintieron compelidos a sobreponerse, pues no percibieron que hubiera nada a lo que sobreponerse, sino que tan solo debían resolver la situación técnica a la que se enfrentaban.
- Como consecuencia de todo lo anterior, los pilotos nunca llegaron a entender lo que estaba sucediendo, el conjunto de sus reacciones fue inadecuado y el avión acabó por estrellarse en el mar, matando a todos sus ocupantes de manera instantánea o prácticamente instantánea. La mayor parte de sus restos acabaron sumergidos a gran profundidad.
- El «ecosistema humano» que envolvió al accidente no permitía la identificación y resolución eficaz de estas deficiencias y de hecho era bastante pasivo con las mismas.
Cabe reseñar que, obviamente, todos estos problemas se corrigieron tras el accidente (para eso sirven esas investigaciones tan caras…), y en la actualidad no podría repetirse un accidente así ni con un A330 original ni mucho menos con los nuevos A330 NEO.
Así que esto sobre el Vuelo Air France 447 es todo por hoy, domingo 6 de agosto de 2023.
Espero que ayer sábado fuese bien tanto por el día como por la noche… ¡Besis!