Hola familia! Pues hoy os voy a contar un poco cómo me han ido estos últimos días en los que me he tenido que ir a Toledo para mi operación… Sí, esa a la que tanto miedo le tenía.

Bueno, todo empezó el martes 20 cuando mi tío me llamó para decirme que tenía buenas noticias para mi, así que por la tarde vino al Ceadac y me contó todo. Resulta que habían llamado desde el hospital de Toledo para decirnos la fecha de la operación que tanto tiempo llevaba esperado, y que era el jueves 22! (un año y 4 días después del fatídico día cuando empezó todo…).

El día siguiente (miércoles 21) pasaron mis padres a recogerme en Ceadac (Madrid) y pusimos rumbo a Toledo.

Nada más llegar y con 40 grados a la sombra, vamos a entrar al hospital cuando llega mi sorpresa al ver que un chico y una chica me saludan. Yo como loco pensando… ¿quién serám? hasta que según me voy acercando veo que son dos grandes amigos de Canales! (Bea y Miguel), y ya me contaron que estaban allí porque operaban a un familiar, así que imaginaros cómo son las casualidades de la vida!

Acto seguido entro en el hospital para realizar los trámites y lo primero que me piden nada más llegar son 2 análisis de sangre (uno por cada brazo). Bueno, pues nada… Subo y me los hacen. Después ya es cuando vamos a ir a la habitación que está en la planta de Neurocirugía, pero ahora viene otra sorpresa más… Y es que nos comunican que dicha planta está cerrada porque no hay suficientes pacientes ingresados. Entonces nos llevan a la planta de Traumatología, y según nos vamos acercando a la habitación, veo que nos van a meter en una habitación donde había un paciente y más de 15 personas de visita! Sí… más de 15! Así que nada, entramos a la habitación a dejar todas las cosas y los otros 15 gitanos que no paraban ed hablar, incluso cada vez iba viniendo más gente… Hasta que ya por fin se fueron a las tantas, y nos dejaron a todos tranquilos, que por cierto, el que había allí ingresado era un muy buen tío!

Ya nos vamos todos a dormir nuestra primera noche Toledana de 2013, todo muy bien hasta que empiezan a venir las enfermeras con las malditas vías… Y las llamo así porque estoy realmente harto de ellas por todo, son un incordio, una incomodidad, casi no puedo ni moverme con ellas, y a la mínima que se tocan un poco, hacen daño…

Ya estamos a miércoles 21, así que me levanto más bien tarde, desayuno una «mierda de café descafeinado» y un bollito, y me pongo a jugar al Candy Crush en el iPad… Todo el día en la habitación, continuando con las vías como siempre, pero sin hacer nada, hasta que llega la noche y decido acostarme muy pronto porque estaba realmente acojonado por la intervención quirúrjica que me esperaba unas horitas más tarde…

Ya estamos en el día de la intervención! (jueves 22). Son las 8 de la mañana y vienen a levantarme para bajarme al quirófano (además que tenía un hambre enorme, porque iba en ayunas…). Bueno, pues me lavo y me bajan en la cama para la operación. Yo acojonado, porque es normal estar así en situaciones de este tipo, pero en realidad por otra parte iba muy seguro, porque como ya publiqué en un tweet, tengo total confianza con mi neurocirujano. Al llegar al quirófano me hacen esperar un ratito hasta que dejan todo preparado, mientras en este tiempo yo estuve hablando con la anestesista, que básicamente lo que ella quería hacer era tranquilizarme y relajarme un poco…

Pasados unos minutos me meten ya al quirófano, me anestesian, y al poco tiempo caigo como un muerto.

Ya es por la tarde-noche cuando despierto en la habitación, y veo a mis tíos los primeros que estaban allí esperándome! Yo que todavía iba drogadísimo con la anestesia, me reincorporo un poco en la cama hasta que consigo sentarme, y a partir de este momento, estuve sin hacer nada hasta hoy. Bueno sí, continuaban drogándome y metiéndome de todo a través de las vías, además me habían puesto un respirador por oxígeno y lo que más odiaba yo… Un drenaje de sangre desde el interior del cráneo! Esto es una especie de bolsita que llevaba conectada al cráneo mediante una vía, donde se iba acumulando toda la sangre que sobraba… En fin, una auténtica asquerosidad! Y para terminar, también me hicieron un escáner y tuve una consulta con el otorrino para mirarme todo el tema sobre el habla y de las dos cosas salí contentísimo, porque como publiqué en Facebook, las dos pruebas me dieron unos resultados buenísimos! 😀

Y así hasta hoy que he regresado a Molina, ya que mi estancia en el hospital de Toledo ha sido más breve de lo que me me imaginaba.

• ¿Y en qué ha consistido esta operación? Pues lo que tenían que hacerme aquí los neurocirujanos era reponerme o colocarme de nuevo el hueso de la cabeza que me tuvieron que quitar hace un año por la exagerada inflamación. (El hueso fue el «temporal izquierdo», y la operación o intervención es una «cranioectomía», aunque hace un año también tuvieron que hacerme una «craneotomía» en la parte izquierda de la cabeza).

Bueno! Pues ya me despido de todos vosotros por hoy! Pero no lo haré sin antes agradecer especialmente a toda mi familia, sobre todo a mis padres (Ricardo y Mayte), a mis tíos (Juan y Mamen) y a mi hermana (Sara), porque han sido los que han estado durante todo el tiempo ahí, en el punto de mira!

Pero tampoco puedo quedarme sin agradecer al maravilloso equipo de la UVI de Molina, porque ellos me salvaron la vida, al Hospital Virgen de la Salud de Toledo, porque es aquí donde me han intervenido las dos veces, y al gran Ceadac, porque es el centro donde estoy realizando la rehabilitación. A parte de ellos, también me gustaría agradecer a todos los amigos, compañeros, etc… que habéis estado ahí en todo momento! Ya sea desde Facebook, desde Twitter, etc.. Así que un fuerte abrazo y beso enorme para todos y muchísimas gracias por ser como sois! 😉