Esto supongo suponía que lo sabrá sabía todo el mundo más que de sobra, pero por lo que veo todos los días (y más últimamente) parece que no.
Lo primero de todo, si nunca has oído hablar de este término, puedes leer el artículo correspondiente en Wikipedia.
Ahora bien, hoy escribo estas líneas porque últimamente veo mucha gente que pone en sus perfiles públicos, que si su Snapchat, que si su WhatsApp (o sea, su número de móvil), que si un enlace a su perfil privado de Facebook, etc… Solo falta ya ver alguien que se ponga el número de cuenta.
En la vida real (y sobre todo en Internet) hay que tener muchísimo cuidado con estos temas. Sobre todo en las redes sociales y en el todopoderoso Facebook. ¿Te has parado alguna vez a pensar en las opciones de privacidad que ofrece la red social? Si lo has hecho, has hecho lo adecuado, y si no… ¿a qué esperas? Si todavía no lo has hecho, todo lo que publicas en esta red social (la más grande del mundo) está disponible y visible para los más de 1.400 millones de usuarios activos que tiene actualmente. Es decir, si no has cambiado los ajustes de privacidad, toda esta gente tiene acceso a tus fotos, a tus vídeos, a tu información privada (como lugar de nacimiento, lugar de residencia, centro de estudios, incluso también puede ver quien son tus familiares y todo lo que tengas puesto en tu perfil.
También hay mucha gente con perfiles «cerrados» (tanto en Twitter como en Instagram), que creen que nadie puede acceder a ellos porque los tienen cerrados, pero después utilizan cientos de hastags en sus publicaciones. Vale, si están cerrados sólo los van a poder ver aquellos seguidores que estén autorizados, pero entonces yo pienso… ¿por qué esta gente utiliza tantos hastags si sólo va a ver esto los pocos usuarios que tengan el acceso permitido a su perfil? En serio, no sé si lo habréis pensado muchos de vosotros o no, pero es una auténtica ridiculez usar tantos hastags si eres de esas personas que tienen el perfil cerrado, pues al fin y al cabo solamente van a ver esas publicaciones tus seguidores autorizados (al tener el perfil cerrado).
Pero el mundo va a su bola y luego pasa lo que pasa. Todos vemos en la tele cada día más casos de secuestros, violaciones e historias de estas (y es que si os fijáis, el tipo de gente que más comete estos errores es sobretodo de chicas incluso de menos de 15 ó 16 años), que van publicando sus fotos por ahí como si las fueran a ver solo sus amigos, cuando en realidad las pueden ver miles de millones de personas, o también publican -de forma pública- su nombre de usuario de Snapchat -no sé cómo funcionará este servicio, pero es algo así- o incluso en muchos casos he visto hasta el número de teléfono de esa persona, con la intención de dar a conocer a todo el mundo su WhatsApp.
En definitiva, si no queréis tener disgustos por estas cosas (que pueden parecer tonterías, pero no lo son en absoluto), llevar muchísimo cuidado con estos temas, pues siempre parece que nunca va a pasar nada hasta que pasa.
Hasta aquí llega el artículo de hoy, y quiero dejar constancia de que yo no soy nadie para decir a nadie lo que tiene o no tiene que hacer, por eso trato estos temas como algo para que pueda ayudar por lo menos a comprender estas cosas a la gente que ni se lo ha planteado. Además estoy seguro que muchas de las personas que mejor me conocen, estarán pensando que el que tiene que cuidar más su propia privacidad soy yo. Bien, pues para los que piensen de esa forma, os puedo decir que por lo menos yo, sé muy bien todo lo que hago y cómo lo hago, tengo dos dedos de frente y sé en todo momento a lo que me puedo «enfrentar».
Así que esto es todo, espero haberos echado una mano y si tenéis cualquier duda o algo que comentar o decirme, podéis hacerlo aquí debajo (desde el cuadro de comentarios de Facebook). Puede que me haya dejado alguna cosilla por agregar a la entrada, pero si es así, en cuanto me venga a la cabeza algo nuevo para complementar el artículo lo añadiré.
Un saludo y nos vemos en la próxima! 😉
Un comentario en “¿Qué es la privacidad? (peligros y precauciones)”