Tal cual: Así era la cabina del avión supersónico Concorde.
Este avión (del cual ya escribí) era operado por una tripulación de tres personas: dos pilotos y un ingeniero de vuelo. La nave era capaz no solo de viajar más rápido que el sonido, pues duplicaba dicha velocidad, sino que gracias al diseño y presurización especial de la cabina podía elevarse hasta los 18 km de altura.
Completaba un viaje de París a Nueva York en tan solo 3 horas y media, (actualmente los vuelos comerciales lo hacen en 8 horas y media).
Y con esta segunda micro entrada que publico hoy (después de la del vehículo terrestre más grande del mundo), lo doy por terminado. Feliz miércoles 3 de julio de 2024 y todos felices.