Hola majos, otra vez por aquí para contar algo sobre un móvil robado, sobre el mío. El viernes pasado fui a cenar con unos amigos a un bar del pueblo al que hemos ido muchas veces y al terminar de cenar fui al baño a mear y cuando salí, mis compañeros no estaban.
Antes de empezar a contar todo, voy a dejar aquí directamente el tweet que publiqué a las cinco de la mañana de esa noche, dos horas después de haber recuperado el teléfono:
Esta noche me han robado el móvil en @MolinaDeAragon pero lo he recuperado a las pocas horas gracias a la @GuardiaCivilGU. Ha sido una historia realmente increíble. Cuando esté todo tramitado, contaré la historia completa desde la web. #MisHistorias ?
— JØ₮₳ (@JCatalan55) October 5, 2019
Entonces salí a la puerta del bar a ver si estaban en la terraza y como no había nadie llamé a uno de ellos para ver dónde estaban. Cuando salí me saludó un marroquí del pueblo que solo conocía de oídas (y ninguna buena, por cierto).
Total, yo le devolví el saludo sin conocerlo de nada por el simple hecho de ser amable y cortés, pero en cuanto anduve unos metros más, sin venir a cuento se acercó este individuo y sin yo darme ni cuenta me pegó un tirón brutal y empezamos a forcejear hasta que consiguió quitarme el móvil de la oreja y se fue corriendo como si estuviese en una maratón. Yo salí detrás de él pero no había manera de alcanzarlo.
Móvil robado, sí, pero no es la primera vez que me roban este teléfono…
Cuando lo adquirí en diciembre 2016, nada más salir al mercado, unos días después ya me lo intentaron robar en el barrio de Delicias de Zaragoza y de hecho lo consiguieron, pero como solo hacía unos días que lo tenía, no me di por vencido y yo mismo (y solo) fui a buscarlo hasta que di con él. Esta historia ya la conté desde la web.
Ya que estoy, voy a dejar unas capturas de pantalla del servicio «Buscar mi iPhone» que hice el día siguiente en el mail del Mac:
Volviendo a esta vez…
Después de salir corriendo detrás de este personaje y darme por vencido porque corría como si estuviese pasando la frontera, de casualidad encontré a los amigos que habían cenado conmigo y les conté todo
Fuimos a ver si lo veíamos pero ni rastro. Por suerte nos cruzamos con una patrulla de la Guardia Civil y les contamos todo. Les dijimos quién era el personaje que me había robado el teléfono porque a pesar de todo, vivimos en un pueblo y todo el mundo se conoce más o menos, o por lo menos se sabe quién es cada uno, a lo que los dos guardias que iban el el coche nos dijeron que ese mismo día ya había liado otros jaleos por el pueblo. Total, cogieron el teléfono de una amiga que iba con nosotros y se fueron a ver si daban con él.
Yo mientras me fui a casa a coger el ordenador y buscar a través de la aplicación «Buscar mi iPhone» (pues esto es un servicio de Apple que permite localizar dónde están todos tus dispositivos por si son sustraídos, ya sea un iPhone, iPad, iPod (creo) y hasta un Mac). Mi sorpresa llega cuando de repente veo que me sale en el cuartel de la Guardia Civil de mi pueblo. Justo veo esto en la pantalla de mi Mac y me llaman al fijo de casa (captura del inicio de la entrada).
Lo coge mi padre y era David, uno de los amigos que habían cenado conmigo y que ya sabía todo. Pregunta por mí y mi padre me pasa el teléfono. David me dice que acaban de llamar a Carol, su novia (que era la chica que había dado su número a los guardias por si tenían novedades) para decirle que ya tenían el teléfono porque habían localizado al individuo y que además se la había liado a ellos también cuando lo han parado y registrado. Que teníamos que ir al cuartel a poner la denuncia y hacer todo el papeleo.
Viene a por mí a casa, me recoge en el coche y subimos al cuartel. Una vez allí, me toman todos los datos y hacemos el papeleo, les explico todo, me dan el teléfono después de hacer todos los trámites y me citan para un juicio rápido ese mismo día a las 11 (supongo que esto sería por tomar el delito como robo y no como hurto, al ser un móvil de más de 400 euros).
Por cierto, una vez terminamos de poner la denuncia y de recoger el móvil en el cuartel, nos fuimos de fiesta a Setiles que es un pueblo de aquí cerca en el cual había verbena. Pues ya que me habían amargado media noche (hasta las tres o así), no quería terminarla con mal sabor de boca a pesar de tener el juicio supuestamente el día siguiente a las 11.
El juicio…
Al poner la denuncia nos citaron el sábado (al cabo de unas horas, vamos…) a las 11 de la mañana en el juzgado, pero un tiempo después (nada más llegar a Setiles), nos llamaron para decirnos que se cambiaba al domingo a las 10 de la mañana. Total, tampoco nos íbamos a quedar en Setiles hasta las tantas, pues simplemente fuimos a echar un vistazo por la alegría de recuperar el teléfono tan rápido.
Bien, acudimos a las 10 menos cuarto pero estaba cerrado todavía. Esperamos un rato por allí hasta que llega la secretaria del juzgado y me dice que podemos estar un tiempo tomando un café o algo hasta que me llame porque estaban haciendo sus trámites. Nos vamos a un bar de al lado del juzgado a tomar un café cuando al cabo de un tiempo vemos llegar un coche de la Guardia Civil con el acusado. Desde el bar vemos cómo lo bajan del coche y lo introducen en el edificio, hasta que tras una media hora apróx, me llaman del juzgado diciéndome que ya podemos ir.
Vamos hacia allí, subimos a la planta donde se ubica y entramos. Salió la secretaria para decirnos que en unos momentos entraríamos por separado y nosotros, mi amigo y yo, nos quedamos esperando.
Al cabo de unos momentos viene de nuevo y me dice primero a mí que ya puedo entrar. Entro y junto con la jueza, la secretaria y el abogado de oficio del otro individuo comenzamos el juicio, cuya duración no superó los diez minutos.
Cuando termina mi sesión es el turno de mi compañero, por lo que él entra seguidamente en la sala hasta que, tras pasar otro periodo de tiempo, termina su sesión y sale a la puerta.
¿Y cómo acaba todo esto?
Pues la verdad es que todavía no sé nada del desenlace ni tengo noticias, pero teniendo en cuenta que tampoco fue mucho lo que pasó y que fue ayer mismo el juicio, domingo, aún queda un tiempo (espero que no mucho) para saber el resultado.
Por lo menos yo ya tengo mi «móvil robado» conmigo y lo único que quiero y deseo es que este personaje no quede como si nada. Y esto último no lo digo por mi caso, pues es un elemento que según me han contado, desde que está en España o desde que vino de Marruecos, su país, no ha dejado de liarla en diferentes sitios y con delitos de bastante gravedad.
Lo último…
Me gustaría agradecer desde aquí, desde la web, a la Guardia Civil por el trabajo que ha hecho en este y en todos los casos, pues me sorprendió muy gratamente la rapidez y la eficacia con la que consiguieron pillar al protagonista de este post, y que espero tenga su merecido por todo lo que ha hecho (y no solo a mí).
Por cierto, jamás he sido ni soy la mínima parte de racista, pero si viene a España para rascarse los huevos y vivir cometiendo todo tipo de delitos y drogándose día sí y día también… en fin, puedes imaginar tú mismo mi pensamiento al respecto.
Esto es todo por hoy…
Así que si algún día das tu teléfono como «móvil robado» porque algún pocas luces te lo ha mangado, ya sabes cómo puedes actuar o, por lo menos, si se trata de un iPhone.