Curiosamente hoy mismo he publicado el artículo sobre el micro-ordenador que he adquirido, cuando ahora mismo me encuentro este otro artículo de EL PAÍS en el cual hablan de récords.
Dos compañías baten récords de tamaño en equipos que transformarán el futuro de la informática
“Se trata de una tecnología que podría cambiar nuestras vidas en los próximos cinco años”, desde IBM no se escatima en declaraciones a la hora de describir un hito en el mundo de la informática con un importante impacto en el usuario: el ordenador más pequeño del mundo. El gigante azul quiso comenzar su conferencia IBM Think 2018 por la puerta grande y dejando boquiabiertos a los asistentes, y lo logró; acababa de mostrar al mundo un ordenador completo de un tamaño similar al de un grano de arena. Y no han exagerado: en la presentación se mostró la fotografía de esta partícula en uno de sus primeros prototipos.
El gigante estadounidense ha aclarado que no se trata de un ordenador personal al que conectar un teclado, ratón y pantalla y comenzar a operar, sino de un equipo que se incorporará en pequeños elementos cotidianos desde los que se recabarían datos o como ellos mismos explican, servirá para “monitorizar, analizar y gestionar los datos” en un formato mínimo. Su potencia y capacidad son equivalentes a lo proporcionado por un x86 de los noventa; no parece gran cosa pero considerando su tamaño y el uso para el que ha sido diseñado, se trata de un hito sin precedentes.
Esta miniatura, además de poder introducirse en elementos cotidianos del usuario, estará preparada para una futura integración con sistemas de Inteligencia Artificial y cómo no, será un eslabón más en la gestión de las criptomonedas (se intuye que en materia de seguridad, aunque IBM todavía no lo ha especificado). Se trata del primer prototipo y el fabricante ha avanzado que sigue trabajando en nuevas versiones más capaces y completas que en unos años veremos en el mercado.
Un SSD mastodóntico: ¿el fin del disco duro?
En paralelo a este impactante anuncio, Nimbus Data ha presentado, por su parte, la memoria SSD más capaz del mundo con sus 100 terabytes de capacidad. Se trata de la DC100, una unidad de almacenamiento en flash que deja en anécdota el efímero récord presentado hace tan solo unas semanas por Samsung con su SSD de 30,72 TB. Nimbus eleva la apuesta de forma considerable, avanzando además que el abaratamiento de la tecnología, a medida que se alcanzan economías de escala, facilitará su expansión en el mercado; una evolución natural que arrincona por fuerza al viejo formato del disco duro.
La firma ha establecido una serie de referencias para que comprendamos el alcance del lanzamiento: el DC100 es capaz de almacenar 20 millones de canciones, 20.000 películas en HD y la información equivalente a 2.000 iPhone, todo ello en un formato que cabe en el bolsillo trasero de unos vaqueros. Esta SSD, más orientada inicialmente al sector corporativo, cuenta además con una mayor eficiencia en lo que toca al consumo energético: el fabricante habla de un 85% menos de consumo por terabyte que la oferta actual en mercado, un dato que no parece impactar mucho al usuario, pero cuando nos referimos a centros de datos en servidores, al ahorro a lo largo del tiempo será muy significativo.
El formato de esta SSD es además compatible con los estándares del mercado y es plug and play y cuenta con una interfaz SATA, con lo que basta con conectar la unidad al rack para que esté ya operativa sin necesidad de llevar a cabo cambios o adaptaciones en el sistema. Nimbus todavía no ha querido avanzar los precios de esta nueva bestia, pero ha adelantado que ya hay varias unidades operativas en clientes que las están probando, y su lanzamiento comercial tendrá lugar en verano de este mismo año.
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