No hamijos, todavía no me he “pillado” el pedo de mi vida, pero creo que sería una buena opción hacerlo algún día.
¿Por qué? Yo ahora cuando salgo de fiesta no hablo como antes (lógico), pero por poder hacerlo por supuesto que puedo, lo que pasa es que me corto mucho y me inhibo bastante al hacerlo por el tono de voz que tengo ahora.
Y es que lo que pasó y que nunca tuvo que pasar me ha dejado una secuela (supongo que temporal aunque por un tiempo “un poco” largo) que consiste en haberme restado la mayor parte de la voz, y la poca que me ha dejado la ha convertido en una voz muy muy gangosa y fea.
Por esto mismo sé que puedo hacerlo a pesar del corte que me da, y sinceramente creo que lo mejor para desinhibirme o quitarme ese “miedo” y corte es ir un poco alegre o “contentillo”.
Y ojo, no digo que haya pensado en una fecha concreta para “pillarme el pedo de mi vida” o para salir a “beber” sin más, simplemente creo que sería una buena forma (sin excederme por su puesto) para saber si funciona de verdad y de esta forma poder afrontar la vida de otra forma, sin miedos innecesarios.
Además es curioso, pero cuando estoy en logopedia o rodeado por gente que no conozco más o menos “bien”, me corto todavía más porque me siento muy observado o “evaluado” y lo que más necesito para hablar es confianza y/o no sentirme observado.
Bueno, puede que muchos se estén riendo al leer esto, pero me gustaría que esas personas se pusieran en mi lugar, en el lugar de una persona que ha estado absolutamente toda su vida hablando normal y corriente (vaya obviedad, ¿no?), hasta que un día le pasó “lo imposible”.