Ayer fue el evento en el cual Apple presentó sus nuevos dos iPhone (el iPhone 8 y el iPhone X) y por eso mismo, Twitter estaba echando humo, pero cuando acabó estuve rebuscando y me topé con un tweet de EL PAÍS que llevaba a su web en en un artículo en el que contaban la historia del sistema operativo de los iPhone, iPad e iPod, de iOS (el sistema operativo móvil más avanzado del mundo como dicen ellos, y de lo cual no discrepo en absoluto).
El caso es que este 2017, el sistema operativo móvil de Apple cumple diez años (de ahí la edición del nuevo iPhone X) y por eso mismo recogen en la web del diario la historia del SO en estos diez años de vida, que yo voy a dejar aquí mismo para que quien quiera le eche un ojo porque es muy interesante y si te gusta la empresa de la manzana creo que deberías saber más cosas sobre su sistema operativo móvil, así que ahí va (tal cual está en la fuente, excepto las imagenes que he puesto yo):
En la que es recordada como la mejor presentación de Apple hasta la fecha, Steve Jobs, entonces consejero delegado de la compañía, presentó el iPhone a la prensa el 9 de enero de 2007. Ese día cambió para siempre la industria de la telefonía. Apple se convertiría con el paso de los años en la empresa más valiosa del mundo y el iPhone sería uno de los negocios más lucrativos de la historia. Curiosamente, su sistema operativo —iOS, que desde entonces se ha ido renovando cada año— carecía entonces de algunas funciones básicas que sí tenían sus competidores.
iPhone OS y la carcajada de Steve Ballmer
Aunque para los usuarios sea inconcebible hoy, el iPhone original carecía de numerosas funciones básicas que la competencia ya ofrecía durante años: conexión 3G, copiar y pegar, multitarea, gestor de ficheros, etc. Por si fuera poco, el sistema operativo —una modificación del OS X que usaban sus ordenadores—estaba completamente bloqueado a que los desarrolladores programasen aplicaciones y su precio era desorbitado en el mercado de la telefonía móvil de 2007. Steve Ballmer, por aquel entonces consejero delegado de Microsoft, uno de los máximos exponentes de la industria por aquellos días, se carcajeo abiertamente de sus funciones y precio. Se equivocó: no importó qué hacía, sino cómo lo hacía. El iPhone definió lo que era un smartphone: teclado dibujado en pantalla y una interfaz multitáctil.
iPhone OS 2: llega la App Store
La tienda de aplicaciones, que ahora es un negocio de miles de millones trimestralmente, llegó un año después de la puesta a la venta del iPhone. Al principio Jobs no creía que fuese necesaria, pero pronto cambió de idea y Apple decidió crear una especie de iTunes para apps. De esta forma, la compañía se aseguraba retener el control de lo que el usuario podría instalar y de que la seguridad del dispositivo no fuese fácilmente comprometida. También abría la puerta de un nuevo negocio de comisiones por ventas en la App Store y se aseguraba tener una gran cartera de desarrolladores. Ahora, todos los sistemas operativos cuentan con una tienda de aplicaciones, pero en 2008 lo normal era descargar cada aplicación por internet o en repositorios de terceros.
iPhone OS 3: ya era hora
Apple comenzó a tapar los numerosos agujeros de su limitado sistema operativo incorporando la función de copiar y pegar, notificaciones push, soporte a mensajes multimedia, buscador de aplicaciones y contactos, grabación de vídeo y enfoque tocando en pantalla, compras desde iTunes Store y tethering. La versión 3.2 fue el primer sistema operativo del iPad, y en él se introdujeron varios elementos para que las aplicaciones no fuesen las mismas que las de iPhone pero estiradas.
El éxito de los primeros iPhone no dependió de lo podía hacer, sino de cómo lo hacía
iOS 4: la multitarea
La cuarta versión, ya bajo el actual nombre de iOS, se lanzó en junio de 2010. Por aquel entonces, Android ya era una seria amenaza aunque Apple siguiese en una clara posición dominante. La compañía introdujo muchas de las funciones que ya existían en el sistema operativo de Google y la esperada multitarea. A diferencia de sus competidores, Apple restringió esta función a los desarrolladores: ninguna aplicación podía correr de verdad en segundo plano indefinidamente, sino que las apps permanecían hibernadas y se despertaban dependiendo de llamadas entre app y sistema operativo. Esta estrategia resultó ser un acierto, ya que las aplicaciones en segundo plano fueron un gran problema para la autonomía de los teléfonos Android durante años. Además de la multitarea, Apple añadió FaceTime, la aplicación de videollamadas, y la posibilidad de crear carpetas en la pantalla inicial.
iOS 5: «Hola, Siri»
El asistente virtual Siri llegó al iPhone en 2011. Era un nuevo y revolucionario método de interacción entre el usuario y el teléfono, aunque sus limitaciones fuesen evidentes. Se introdujo a través de una beta, algo extraño en la compañía, que suele demorar este tipo de innovaciones, y no llegaría a hablar castellano hasta meses más tarde. Junto con Siri, el iPhone y el iPad estrenaron el demandado centro de notificaciones que ya se encontraba en Android.
iOS 6: revuelo con los mapas
Apple decidió que podía prescindir de los servicios de su máximo rival, Google, para ofrecer una aplicación de mapas preinstalada a los usuarios de iPhone. Las rutas y la información que mostraban era muy deficiente en comparación a Google Maps, y la prensa pronto lo señaló (también algunos organismos). Crear un servicio de mapas es complicado y costoso, y Apple no logró competir de tú a tú con Google hasta hace poco. Aunque Google Maps siga aún disponible a través de la App Store, un gran porcentaje de usuarios usa la aplicación preinstalada, que desde 2012 es Apple Mapas.
iOS 7: lavado de cara
En iOS 7, Apple decidió rediseñar al completo todos los elementos visuales del iPhone y crear una nuevas guías de diseño: las aplicaciones que en su diseño e iconos imitaban objetos en relieve, y texturas como el cuero y la madera, dejaron paso a una interfaz plana muy limpia, en la que los botones fueron sustituidos por textos en color azul chillón. La compañía ha ido retocando los iconos e introduciendo pequeños cambios en base a este diseño hasta hoy.
iOS 8: el iPhone maduró
iOS 8 fue un total rediseño como lo fue iOS 7, pero esta vez de funciones internas del sistema operativo. En 2012 Apple decidió comenzar a abrir su hermético software a través de extensiones que permiten comunicar aplicaciones entre sí, notificaciones interactivas, widgets, teclados de terceros y un sinfín de novedades enfocadas a que el usuario pudiese hacer más cosas con el iPhone. El dispositivo comenzaba a ser una herramienta cada vez más apta para realizar determinados trabajos.
Retoques en iOS 9
iOS 9 no fue una revolución, sino un gran conjunto de pequeños retoques en cada rincón del sistema operativo y todas sus aplicaciones: Siri comenzó a ser un asistente más proactivo, la multitarea se mejoró en el iPad y se introdujo un atajo para regresar a la última aplicación abierta (un gran acierto tras el estreno de las extensiones). El iPhone era cada vez más capaz —sin perder autonomía o seguridad, los dos motivos por los que iOS había sido tan cerrado siempre. En esta década de evolución Apple ha ido poco a poco abriendo su sistema operativo móvil y Google lo contrario: cerrándolo poco a poco.
iOS 10: widgets
La versión actual estable del sistema operativo de iPhone y iPad, lanzada en septiembre de 2016, añadió los widgets en la pantalla de bloqueo, el encendido de pantalla al mover el teléfono, la transcripción de palabras a emojis, múltiples novedades de la aplicación Mensajes para competir con WhatsApp y un rediseño de la aplicación de Apple Music. Es continuista, y se echaron de menos novedades importantes en el iPad, que con su versión Pro tenía un hardware cada vez más capaz, pero lastrado por un sistema operativo mucho más limitado.
iOS 11: se rompen las cadenas del iPad
Apple decide finalmente aumentar drásticamente la versatilidad de su sistema operativo para que el iPad pueda ser una herramienta de trabajo que sustituya al ordenador portátil, como lo es la Surface de Microsoft. Sigue siendo un sistema operativo más limitado y que sigue sin contar con soporte para ratón, pero ahora es posible tener varias ventanas abiertas, arrastrar información entre ellas y dar sentido al gran poder computacional del iPad Pro. Son cambios importantes para una división de Apple que ha ido mermando sus ingresos paulatinamente durante meses. En junio de 2017 también se presentó ARKit, un conjunto de herramientas para desarrolladores que permiten la creación de aplicaciones de realidad aumentada usando la cámara del iPhone como punto de seguimiento en tres dimensiones. iOS 11 también incorpora un App Store totalmente renovada, mejoras en la app Cámara, en los centros de control y de notificaciones, además de un mayor protagonismo en todo el sistema de la inteligencia artificial usada para dar vida a Siri. Es el sistema operativo que se estrenará con el nuevo iPhone 8, y por tanto alguna de sus funciones (exclusivas para el nuevo terminal) solo se conocerán tras la presentación de esta tarde.
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