Creía que ya había escrito alguna vez sobre Chatroulette, la web favorita de mucha gente y cuyo funcionamiento es muy básico. Se trata de chatear vía webcam de forma random o aleatoria con cualquier persona del mundo que esté conectada al mismo tiempo.
Chatroulette, tú antes molabas…
Pues bien, el otro día entré y, aunque suponía que me iba a encontrar lo de siempre, nada más entrar lo confirmé. Pasé por unas 100 personas y solo una o dos a lo máx, no estaban pajeándose.
Realmente escribo esto porque hace diez años, cuando vivía en Teruel con los amigos, solíamos entrar de vez en cuando para echarnos unas risas y sí es verdad que había mucho pajero, pero no tantísimo como ahora.
Muchas veces me pregunto qué pretenden o qué ganan pajeándose o masturbándose delante de una webcam cuando el 99% de la gente que les aparece, lo cierran de inmediato (o eso supongo, vamos…)
Y con esto creo que ya está todo por hoy. Simplemente quería comentar esto porque me llama la atención que haya tanto pajero suelto por el mundo y lo que es peor, que no tengan vergüenza alguna de hacerlo todo el día, a todas horas y delante de todo el mundo. De hecho he pensado alguna vez en disfrazarme de mujer o ponerme algo para aparentar serlo y, de esta forma, gastar una bromilla a algún pajero (cosa que ya han hecho muchos youtubers).
Por cierto, esta entrada la iba a haber publicado ayer viernes 8cho de mayo pero entre unas u otras cosas no pude. La verdad anduve bastante liado con el trabajo y ya por la tarde pude salir un poco a pasear. Siempre con precaución y cerca de casa, pues por culpa del coronavirus no puedo salir a mi libre albedrío.