Ya escribí una vez sobre esta ciudad, sobre Cuenca, solo que lo hice sobre el suceso de las chicas que desaparecieron allí a manos del descerebrado de Sergio Morate.
Esta vez me gustaría comentar un poco por encima lo que me pareció la ciudad (en cuanto a la noche se refiere, ya que fui con una amiga para salir de fiesta por allí y no de visita turística). ?
En realidad no tengo más fotos ni vídeos que los que aparecen en la entrada, ya que no fue para hacer un review de la ciudad, y menos de la fiesta que hay un fin de semana o un sábado de noviembre.
De hecho todo el contenido visual y audiovisual que hay en este post es de mi perfil de Instagram Stories, ya que es lo único que hice en la ciudad de Cuenca en cuanto a contenido para la web.
Entre otras muchas cosas, quería ir a comprobar cómo eran las fiestas de un sábado por la noche porque he estado en muchas ciudades (tanto pequeñas como no tanto) de fiesta un sábado normal por la noche y quería hacer una especie de «comparativa».
Así de pronto me vienen a la cabeza las fiestas de Soria o las de Teruel en cuanto a ciudades (capitales de provincia) pequeñas en las que he estado.
Al lío, por Cuenca…
Bien, antes de iniciar el viaje llamé a mi amiga para que me diera una dirección. La metí en el GPS y me puse rumbo Cuenca. Al llegar a la ciudad después de uno de los peores viajes de mi vida (ya que se juntaron los tres factores que ningún conductor desea: Era de noche, llovía a mares y la carretera a Cuenca es lo peor que uno se puede imaginar).
Al llegar y todavía lloviendo y de noche, el GPS me metió por unos sitios que si voy al azar o sin él, hubiese llegado igual porque ir por esta ciudad sin conocerla es un jaleo (o por lo menos aparcar). De hecho, recogí a mi amiga en un punto que le envié por ubicación vía WhatsApp y con ella intentamos aparcar pero no hubo manera. Además había un evento deportivo que no sé si era de fútbol sala o de volleyball o qué, pero estaba a reventar de gente.
Al final busqué un parking de pago subterráneo con el GPS y resultó estar al lado de su casa, así que dejamos el coche allí y nos fuimos.
Acto seguido fuimos a su casa a dejar todo y a prepararnos un poco para salir cuando me dice que hay cena en casa de una amiga ya que era su cumpleaños. Total, dejamos todo, nos preparamos y salimos hacia casa de esta chica (Sara, que por cierto majísima).
Resultó estar en el otro lado de Cuenca o eso parecía por la caminata que nos pegamos. Así que una vez que llegamos, llamamos por teléfono y tocamos al telefonillo y bajó su hermano a abrirnos (un tipo como su hermana, majísimo, Jorge).
Allí estuvimos picoteando cosas y esperando a los que faltaban (al final éramos 10 o así). Por cierto, a pesar de que a todos ellos los conocí en ese momento, me parecieron personas encantadoras.
Cuando estábamos todos ya empezamos a comer y a beber unas cervezas y refrescos, a hablar de la vida y de todo un poco y (yo) a conocerlos.
Después de la cena ya nos fuimos todos por ahí en tres coches directos a «La calle» (zona de bares de Cuenca), donde estuvimos en algún que otro bar como el que dejo en este vídeo que por cierto, también lo hice para mis Stories de Instagram. (se graba en horizontal, gente…)
La verdad que poco más, tampoco estuvimos mucho tiempo de fiesta nocturna porque mi amiga tenía que levantarse pronto al día siguiente, por lo que a las tres y media o así ya estábamos en casa.
Lo peor fue cuando me levanté y fui a calzarme. Como al llegar a casa me quité las zapatillas sin desabrochar los cordones, al ponérmela lo hice a lo bruto y el pie izquierdo bien, pero cuando fui a meter el derecho a la zapatilla sin quitar el cordón, no entraba, empecé a hacer fuerza y sonó un crujido que me dejó el pie destrozado. Me había roto el talón, el ligamento o algo, es lo que pensé, cuando, de hecho, no podía andar ni dar un solo paso del dolor.
Esperé un poco y seguía doliéndome una brutalidad hasta que empezó a bajar el dolor y yo iba intentando andar a pesar de que era insoportable.
Al final conseguí ir andando desde casa al parking a recoger el coche y como ya apenas me dolía, decidí pagar (12 euros, por cierto, que creo que no está mal para una sola noche en Cuenca) e iniciar el viaje de vuelta.
Por cierto, nada más llegar a mi pueblo fui directo a ejercer mi derecho al voto. Vamos, lo que viene siendo votar.
Y con esta foto cerré el domingo, el fin de semana y todos los viajes que hice la semana pasada. Que además, hoy es jueves y tenía previsto un viaje a Lleida pero al final se ha suspendido.
Nada más por hoy, jueves 14 de noviembre de 2019. Como acabo de mencionar, es jueves y si no me equivoco esta noche son las fiestas o apertura universitaria en Teruel. ¿Y qué quiere decir eso? Estad atentos esta noche a mi perfil de Instagram Stories si queréis saberlo… hahah ?
No me puedo ir sin dar las gracias a Kassy y a toda la gente con la que estuve el fin de semana pasado por Cuenca, unas personas que conocí ese mismo día y con las que estuve dándolo todo (o casi todo) por la ciudad esa noche. Gente maravillosa y a la que espero volver a ver o volvernos a juntar para hacer la kedada en su versión 2.0.
Y en cuanto a los que me estéis leyendo hoy o cuando sea… ¡Feliz juernes y esta noche a darlo todo, o en su defecto, a descansar mucho! ¡Besos y abrazos!
4 comentarios en “Cuenca, una ciudad con marcha (y cómo fue mi sábado por allí)”