Aunque ya he escrito varias veces sobre el coronavirus o la COVID-19, nunca lo he hecho sobre mi propia vida o sobre mí mismo, y es que no ha habido lugar hasta ahora para hacerlo. Por suerte esto solo ha sido un falsa alarma.
El caso es que el domingo pasado me acosté como cualquier día para ir a trabajar el lunes, después de haber salido el fin de semana hasta realmente tarde para las fechas y situación actual.
El lunes cuando me desperté estaba realmente helado, pasmado o con un frío insoportable y sobre todo muy cansado, tanto que me costaba hasta andar. Como me gusta ser (muy) responsable, no le di mucha importancia y fui igualmente al trabajo pero extremando las precauciones más si cabe. Al estar allí varias hoars me encontré muy mal y decidí avisar e irme o volverme e casa. Por cierto , este día cuando llegué a casa es cuando pedí cita para hacerme el (test) o la (prueba) PCR para descartar que se tratase de COVID19. Me dieron cita para el día siguiente, martes, por la mañana a las 9.
El martes me levanté antes para ir al centro médico a las 9. Fue una gozada porque llegué, no había nadie y entré directamente a hacer la prueba, la cual fue de una duración de… ¿dos minutos? Me dijeron que el día siguiente, el miércoles por la mañana lo tendrían, así que me fui a casa a continuar confinado hasta saber el resultado.
Despierto el miércoles ansioso por saber el resultado (aunque sinceramente, yo ya sabía o suponía que no iba a dar positivo porque no había estado con nadie “sospechoso” los días anteriores), cuando al llamar al centro médico nos comunican que en enfermero o responsable había tenido que salir a una urgencia o algo así, por lo pue volviese a llamar el día siguiente, o sea, hoy jueves. Ok, mi gozo en un pozo, pero no se podía hacer otra cosa que esperar, así que otro día perdido.
Falsa alarma, ya es hora de aparecer…
Esta mañana ya, jueves 18 de junio, es cuando ha llegado la buena (y esperada) noticia. He dado NEGATIVO en el test. Ok, diré de nuevo que este era el resultado que esperaba y suponía iba a salir porque aparte de no haber tenido contacto con mucha gente, los síntomas que tenía (y solo el primer día) no eran suficientes como para diagnosticar un positivo de COVID.
Y esta mañana ya ha he podido volver por el trabajo y ver a todos mis compañeros después de estos tres-cuatro días de re-confinamiento gracias a la falsa alarma.
Por cierto, esto lo escribo entre otras cosas porque vivo o vivimos en un pueblo y sé muy bien cómo es la gente de la zona. Hay muchos que “oyen cosas” y a raíz de ahí empiezan a inventar bulos y vainas, y al mismo tiempo las van contando a otros, estos otros a más gente y así sucesivamente. Luego pasa lo que pasa, que la desinformación se hace cargo de todo y a cada uno le llega una cosa al oído, siendo la mayor parte de lo que se escucha todo falso.
Por cierto, busqué en internet los síntomas del coronavirus y son los siguientes (sacado del propio Google, que no de una web ajena indexada por el buscador). Los que están en negrita y con el emoji al lado son los únicos que tuve el lunes por la tarde, desde que llegué a casa hasta que me acosté:
Los síntomas más habituales son los siguientes:
Fiebre ? (realmente el máximo que tuve fue unas décimas más de 38º, nada “extremo”).Tos secaCansancio ? (este síntoma fue el más notorio, ya que era algo surrealista… parecía que habían estado una semana dándome una paliza entre diez boxeadores…)Otros síntomas menos comunes son los siguientes:Molestias y doloresDolor de garganta ? (esto curiosamente fue el martes al levantarme, un día después y solo un tiempo).Diarrea ? (supongo que el sábado me sentarían mal las dos copas ? ? que me bebí y las… xx cervezas ??).ConjuntivitisDolor de cabezaPérdida del sentido del olfato o del gustoErupciones cutáneas o pérdida del color en los dedos de las manos o de los pies
12 comentarios en “Falsa alarma entre la COVID-19 y yo. Esto es lo que ha pasado”