Para todo hay una primera vez, y en este caso, esta fue la mía en andar «a mis anchas» (aunque acompañado) después de que pasara lo imposible (y como supongo ya sabrá mucha gente, no hablo precisamente de la película, sino de algo que pasó de verdad y que aunque parece una película, por desgracia no lo es).

Se trata de la primera vez que di un paseillo «a mis anchas» después de haber vuelto a nacer (literalmente) por un parque de Móstoles, y aunque iba acompañado en todo momento y con las muletas (que no aparecen en la foto porque cuando la hice no quería que nadie las viera simplemente para «mostrar o demostrar» que estaba más o menos bien aunque en realidad no fuera así).

¿Y por qué pongo hoy esta foto? Simplemente lo hago porque al entrar esta mañana en Facebook me ha saltado el recordatorio de que esto fue hace hoy cuatro años y al leer los comentarios que mi gente puso en su dia me ha entrado un «algo» muy tierno y me he vuelto a dar cuenta de la gente que me quería de verdad.

Podéis tacharme de cursi, de ñoño, de infantil o de todo lo que queráis, pero yo sé perfectamente (y por desgracia) cómo se siente una persona al ver todo esto después de haber estado bailando con la muerte, echándole un pulso y ganándolo.

Sin más, otra vez me gustaría dar las gracias a todos los que me apoyaron de verdad en aquellos momentos que fueron sin lugar a dudas los peores desde que nací hasta ahora que tengo 26 años y todavía estoy estabilizando la situación.

Lo dicho, ¡GRACIAS! 

Escribo esto porque me apetece contar a los que lo quieran leer, cómo he vivido un maravilloso fin de semana por el pueblo. Han sido un par de días increíbles y que no cambiaría por nada del mundo. Han sido brutales, unas sensaciones increíbles y únicas, en definitiva, ha sido brutal. Acabo de llegar a la «city» y ya estoy deseando volver al pueblo, atentos porque vais a flipar con mi vivencia.

El viernes a las dos y media me fui a la estación de bus andando con todo encima (sí, iba muy cargado y con la p*** maleta reventada), y al llegar hice lo obvio, saqué el ticket y me fui al pueblo.

Salí a las tres de la tarde y llegué al pueblo a las cinco y media. Dos horas de entretenidísimo autobús en las cuales lo mejor y más entretenido que hice fue echar una cabezada de poco más de cinco minutos.

Al llegar fui a casa y me quedé allí toda la tarde porque no había nadie por el poblado (para variar…) ?

El sábado me levanté pronto (para ser un sábado) y desayuné pero más de lo mismo, nadie por ahí ni siquiera para echar un vermouth rápido. Después fui a comer con la familia a un restaurante del pueblo donde me puse las botas (y no por la cantidad, sino por la calidad) y después toda la tarde estudiando y haciendo trabajos de clase que ya nos han mandado para entregar esta semana.

Por la noche (todavía estamos en sábado) quería salir a como mínimo echar unas cerves ? con algún amigo pero vuelta a lo mismo, no había (o no quería salir) ni uno, así que a dormir como si de un lunes o martes se tratase.

Y hoy domingo he salido del pueblo por la mañana a las doce y media para venir a Zaraguassa y hasta ahora mismo.

Así que así ha sido este «maravilloso» fin de semana de mierda  (hablando claro), aunque lo que realmente me molesta es que sé que esto va a ser así todo el año y estoy muy seguro de ello.

Buenos días majos, en esta entrada simplemente quería dejar otra “queja pública” sobre Apple, concretamente sobre el conector Lightroom (en mi caso el del iPhone 5S), y es que me ha tocado volver de mi actual 5S al 4S que compré nada más salir este modelo allá por el 2011.

Desde luego que todo lo bueno acaba en la “basura”, y lo peor de todo es que lo hace por culpa de la propia marca, que limita la vida de sus aparatos con el fin u objetivo de comprar lo más nuevo para estar “al día” y seguir dándole dinero a la compañía.

En mi caso creía que lo que no funcionaba bien del todo era el cable, y lógicamente no me equivocaba porque estaba pelado como ya creo que comenté en la web, pero al hacerme con uno nuevo en la tienda oficial de Apple (por nada más y nada menos que 25 euros) me di cuenta de que no era solo el cable lo que fallaba, ya que el conector interno del cable Lightroom del propio móvil estaba muy tocado y había que darle mil vueltas al cable hasta conseguir que hiciera contacto y cargase algo.

Así que ayer mismo encargué en la tienda oficial de Apple mi tercer iPhone, del que espero hacer un pequeño review en la web cuando lo tenga (me llega el día 2), y que es un iPhone SE de 64 Gb color oro (lo quería en color plata pero todos mis iPhones son en este color, y los otros dos colores que hay para este teléfono son el oro rosa que es principalmente para chicas y negro, que no me atrae nada un negro mate para este iPhone).

Así que esto es todo, a día de hoy y hasta el miércoles estoy y seguiré con el 4S, un móvil de 2011 que a pesar de la tralla que ha llevado sigue funcionando mejor que nunca.

Espero que este nuevo iPhone SE me dure más que los otros dos, porque aunque mi anterior móvil lo compré de segunda mano (el único que he comprado así, el 5S), este lo he comprado como mi primer 4S, nuevo y en la tienda oficial Apple.

Seguro que algunos se preguntarán que por qué al comprar un móvil nuevo lo hago siempre de Apple (iPhone) y tan «pequeño» (4 pulgadas). Pues bien, a la primera pregunta he de decir que desde 2011 que tuve mi primer iPhone, jamás he usado ni usaré otro terminal que no sea de la «marca de la manzana», pues la calidad que ofrecen estos móviles sinceramente es inigualable con la de otras marcas (por muy buenas que sean), a parte de la facilidad de uso que tiene un iPhone. Y respecto a lo de las cuatro pulgadas, como supongo que sabrán los que me conozcan y los que siguen la web habitualmente, odio los «móviles» de más de este tamaño, pues cuatro pulgadas ya me parece un tamaño grande para un móvil,